Seguro de Responsabilidad General

Como propietario de un negocio, necesitas protegerte a ti mismo y a tu empresa de las posibles demandas que surjan de tus actividades comerciales diarias. Por lo que, tu empresa podría correr un riesgo significativo si no tienes un seguro que cubra los honorarios legales, los costos judiciales y cualquier sentencia desfavorable resultante de un litigio. Y es por es que el seguro de Responsabilidad General (General Liability Insurance) puede ser tan importante para cualquier tipo de negocio, independientemente de su tamaño.

 

A un nivel muy alto, el seguro de Responsabilidad General protege tu negocio contra clientes lesionados o daños a la propiedad como resultado de los servicios que brindas. Y si bien esa definición parece sencilla, existe mucha confusión con respecto a este tipo de seguro.

 

Algunas de las percepciones erróneas comunes incluyen las siguientes:

 

"Creé mi negocio como una Corporación de Responsabilidad Limitada (LLC), por lo que no necesito comprar un seguro de Responsabilidad General": El principal beneficio de una LLC es proteger los activos personales de los propietarios de la empresa en caso de que la empresa se vea amenazada por una demanda. Pero una LLC no hace nada para proteger los activos comerciales cuando se enfrenta a un litigio.

 

Por ejemplo, imagina que alguien resulta herido en tu negocio y tu empresa es declarada responsable de esas lesiones, pero no tienes un seguro de Responsabilidad General. En ese caso, el efectivo, tu equipo y los materiales de tu empresa podrían liquidarse para cubrir esos daños. Entonces, la LLC puede proteger los activos del propietario, pero la empresa en sí seguiría estando en riesgo de sufrir sentencias desfavorables.

 

"Compré un seguro de Responsabilidad Profesional (Professional Liability insurance), por lo que no necesito una póliza de Responsabilidad General": A menudo, el seguro de Responsabilidad Profesional y el seguro de Responsabilidad General se utilizan indistintamente. Pero hay una diferencia clave entre estos tipos de pólizas de seguro y tiene que ver con el tipo de negocio que posees.

La responsabilidad general, por lo regular, protege contra daños físicos a una persona o propiedad al momento de “estar en servicio”. La Responsabilidad Profesional, por otro lado, normalmente protege contra los daños no físicos que tu empresa causa como resultado de los servicios prestados.

 

Digamos, por ejemplo, que tu empresa de contabilidad no presenta la documentación fiscal adecuada para un cliente. La Responsabilidad Profesional, también conocido como seguro de Errores y Omisiones (E&O), protegería tu negocio de litigios o pagaría los honorarios resultantes de la supervisión.

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En algunos casos, se necesitan tanto una póliza de Responsabilidad Profesional como una póliza de Responsabilidad General para proteger completamente su negocio.

 

"El seguro de responsabilidad general protegerá mi negocio de todas las lesiones relacionadas con el trabajo": Si bien es cierto que el seguro de Responsabilidad General protegerá a la empresa de muchos tipos de reclamos, esta póliza tiene algunas limitaciones. En particular, la Responsabilidad General solo protege contra reclamaciones de terceros. Como resultado, las reclamaciones por lesiones personales de tus propios empleados no estarían cubiertas.

 

Asimismo, también se excluiría cualquier accidente automovilístico causado por empleados mientras conducen para trabajar. Se necesitarían otros tipos de seguro, como una póliza de compensación laboral o una póliza de automóvil comercial, para proteger la empresa de este tipo de reclamaciones.